Al principio, cuando fueron en autobús, duró casi una hora. Cuando llegaron, había nieve en las montañas. Fueron a una casita, donde les dieron el material. Se pusieron chaquetas, guantes, gorros, esquíes, y otra vestimenta apropiada para la nieve, porque hacía frío. Fueron a una caseta, donde repartían lo que necesitaban para esquiar.
Posteriormente, se dividieron en grupos; cada grupo iba con un profesor. Se fueron a las sillas, que les llevaban a la montaña. Cuando bajaban, tenían que irse de la zona de las sillas corriendo, para que no les llevaran por delante.
Llegaron a la montaña. Cada profesor les daba clases. Lo primero que hicieron fue practicar con un solo esquí. Era muy difícil. Y luego, con dos. Cuando se caían, era muy difícil levantarse con los esquíes.
Después, se pusieron a esquiar bajando las montañitas. Aprendieron a frenar con los esquíes; fue fácil. Había una cinta que se movía y que te llevaba hasta las pequeñas cimas.
Cada vez que el profesor les enseñaba algo, los alumnos aprendían más, y se divertían más.
Estuvieron esquiando libremente un rato, hasta que les tocó irse. Por último, dejaron el equipo y se fueron a comer, para a continuación volver al instituto.
Fue una excursión muy divertida.