Aunque abandonó el país por temor a
Müller forma parte de la población de origen alemán que ha habitado durante 8 siglos y medio una amplia zona de la actual Rumanía. Comenzó su carrera siendo voz de la minoría alemana en este país y el sentido de su literatura es no dejar en el olvido los años vividos allí como miembro de esta minoría. En su vida y en su obra se entrecruzan países y lenguas, civilizaciones y literaturas. Le gusta enriquecer el idioma y su estilo no es sencillo. Combina la realidad con la fantasía y sus textos pertenecen a lo que nosotros llamamos Realismo Mágico. Cuenta historia mediante el lenguaje de la poesía y su prosa es de un gran lirismo y de una gran creatividad.
Aunque la dictadura se hundió, Müller sigue escribiendo contra ella ya que le hizo marcharse de su país al que amaba. Sigue escribiendo sobre la experiencia de la dictadura en la que las personas “se convierten en un error para sí mismas”, según dice en su novela La bestia del corazón. Escribe también sobre la falta de recursos necesarios, las limitaciones e incluso privaciones de los derechos y libertades que definían aquella Rumanía bajo el régimen comunista. Su prosa es directa y descarnada tal como era
Sus textos son sorprendentes, impactantes y profundos pero si quieres convencerte puedes buscar los libros En tierras bajas, El hombre es un gran faisán en el mundo, La bestia del corazón y La piel del zorro, que son los únicos traducidos al castellano.